lunes, 20 de julio de 2015

“Faltan más alternativas de empleo para mujeres”

“Faltan más alternativas de empleo para mujeres”
19 Jul 2015 / 11:25 PM / Fátima Romero Murillo
La directora de la Unidad de Desarrollo para la Pyme de Fundahrse explica cómo se ha logrado beneficiar a más 290 pequeñas empresarias.
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Ruth Caballero, directora de la Unidad de Desarrollo para la Pyme de la Fundación Hondureña de Responsabilidad Social Empresarial (Fundahrse).
San Pedro Sula, Honduras.

Ruth Caballero, directora de la Unidad de Desarrollo para la Pyme de la Fundación Hondureña de Responsabilidad Social Empresarial (Fundahrse), comparte en una entrevista con LA PRENSA sobre los programas de mentoría que esta entidad emprende junto con Voces Vitales de Honduras (VVH).

En los cuatros años de existencia de esta iniciativa se ha beneficiado a más de 290 pequeñas empresarias de todo el país.
¿Nota mayor inclusión de la mujer en el campo laboral de la actualidad?
La mujer es un motor de desarrollo a nivel mundial y cuando surge la iniciativa a nivel global es precisamente eso. Ahora hay estadísticas de instituciones que reflejan la presencia de la mujer en el mercado laboral; pero estos programas nos ayudan a ver cómo las mujeres se transforman, y ese crecimiento es lo que las ayuda, no solo a ellas o a sus familias, sino a toda la sociedad.

En Honduras falta cubrir alternativas para las mujeres, pero el autoempleo que es parte de estos programas es una forma de ir saliendo adelante y todos los organismos de cooperación buscan el fortalecimiento de las pymes y el componente de género.
¿En qué consiste el proyecto de desarrollo pyme de Fundahrse?
El programa de formación de mujeres líderes inició como una alianza en 2011 con la Cooperación Técnica Alemana. El programa consiste en empoderar a la mujer de la microempresa en acciones de gestión, mediante el apoyo de voluntarias de grandes empresas que apoyan a la microempresaria con experiencias, contactos y acciones técnicas.

Lo que se busca es que la experiencia que tiene la mujer de la gran empresa se la transmita a la de la pequeña.

Desarrollamos esta metodología en apoyo de VVH. Los costos de los programas los absorbemos entre VVH y Fundahrse.
¿Cómo nace la iniciativa de apoyo a mujeres emprendedoras?
El proyecto surge en 2008 como una iniciativa de Hillary Clinton (política estadounidense), quien dijo que necesitamos empoderar a la mujer. Voces Vitales existe en muchos países del mundo, pero con capítulos en Latinoamérica.
¿Qué requisitos son necesarios para ser parte del programa?
Se hace un filtro directamente con VVH. Con este filtro se identifica en qué nivel de formación se encuentra y sobre todo que la mujer tenga el deseo de superarse. Se pasa primero por un diplomado en gestión y en un promedio de tres meses ellas reciben capacitaciones en mercadeo, finanzas, en líneas de recursos humanos, presupuesto y liderazgo.

Uno de los grandes puntos es llenar a la mujer de sus propias capacidades.
¿Hay casos de éxito?
Sí, tenemos varios casos de éxito de mujeres y vemos cómo las mentoras replican la experiencia, porque la mujer de la gran empresa se lleva la satisfacción personal de haber apoyado a otra mujer y es un cambio total en su perspectiva al ver qué otras salen adelante.

He sido mentora dos veces y le he explicado a mujeres interesadas en serlo que a veces una le hace de sicóloga, porque los problemas de la familia se mezclan con los de la empresa.
¿Cuál ha sido el obstáculo en este proceso?
Sin duda en la selección de las mentoras y aprendices, porque es un compromiso y un intercambio de experiencias y conocimientos, no de dinero. En algunos casos, las microempresarias esperaban que se les entregaran beneficios económicos y eso resta las expectativas. En el caso de las mentoras, es el tiempo, porque es un trabajo voluntario. Eso limita a veces su tiempo y al ser voluntario, no se da dinero, sino su tiempo.


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